Adopciones
en adopción Ginger
La pobre estaba muy asustada, agazapada en un rincón, sin moverse, escondiendo a sus pequeños bebés.
Se sintió a salvo al meterla en el transportín, y una vez llegó a su casa de acogida, la gatita no podía dejar de dar besos a su rescatista y amasarla.
¿Quieres darle una segunda oportunidad?
Ginger tiene mucho amor por dar.
en adopción Ardy
Es muy sociable, no extraña a nadie, se lleva bien con otros animales. De cola larga y peluda y ojos verdosos.
en adopción Bunny
Creemos que debieron de haberle pegado a la pobrecita porque al principio, cuando te acercabas a ella para tocarla, enseguida se agachaba, cerrando los ojos, como si temiera recibir algún golpe. Pero en ningún momento se revolvió, lo cual demostraba que la gatita era buena. Sólo estaba asustada.
La llevamos al veterinario para castrarla, testarla y vacunarla. La verdad sea dicha: a pesar del miedo, la gatita no le hizo ni un mal gesto a la veterinaria. Se dejó hacer sin problema.
Ahora, ya la puedo acariciar, pero cuando la señorita quiere. Aunque cada vez se deja tocar más.
Es una gata muy graciosa. La quiero mucho. Es muy juguetona y simpática.
Se lleva muy bien con la otra gata de la casa.
También le encanta jugar con mi marido y conmigo y le gusta sentarse cerca de mí, en el sofá.
No le gusta estar sola. Me sigue a todas partes, sobre todo cuando voy a la cocina porque entiende que es allí donde le pongo su comida húmeda, que le encanta.
Tiene buen apetito: he conseguido ganarme su confianza a través del estómago y también mediante el juego. Llegó siendo una gata muy tímida, pero en poco tiempo Bunny ha mejorado muchísimo y va por buen camino.
Aunque todavía no la puedo coger en brazos, reconozco que es una gatita que se hace de querer y se ha ganado mi cariño.
Y creo que es cuestión de tiempo y paciencia que al final se la pueda coger en brazos.
Mientras tanto, disfrutamos muchísimo en casa de sus payasadas y juegos.
Ojalá encuentre pronto su hogar definitivo,
en adopción Mady
La capturé para castrarla en Marzo 21, y cuando fui a soltarla, ella no me dejaba: me seguía llamándome y me fue imposible dejarla así, pensando que ella quería venir conmigo y yo la dejaba sola a su suerte sin saber si volvería a verme.
La dejé en mi casa donde conviviría con otro13 gatitos más, pero debido a su carácter la convivencia se hace imposible.
Con todos los humanos que vienen, la gata se lleva genial, les pide mimos y es muy tranquila, le gusta mirar por la ventana y tomar el sol, es poco juguetona, pero sí que le gustan los cordones en movimiento.
Por desgracia, no soporta a otros animales, he intentado que estén juntos todos; La he dejado con uno sólo en el cuarto con ella, pero no puede verlo, se tira hacia él y va a muerte.
Por su carácter, se pasa la mayor parte del día encerrada en el aseo, maullando, pidiendo salir y estar a mi lado, pero trabajo todo el día y me ocupo de mi abuela, así que sale unos pocos minutos 2 veces al día, cuando encierro al resto en otro cuarto.
Necesita un hogar donde la quieran y ella pueda dar el cariño que tiene, pero donde no hayan otros animales.
en adopción Maraya
Maraya fue rescatada de una colonia no controlada.
Resaltaba por ser buena y sociable.
Se acercaba a la gente y ronroneaba.
Es muy sociable con humanos, gatos y también con perros:
En su hogar de acogida, vive con tres perros con los cuales juega.
Le encanta que la mimen.
Es un amor de gata.
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